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EL CUADERNO DE SOR MARÍA CLARA

 

sor  maria Hace algunos años fue registrado en el AHAAO un manuscrito titulado: “Cuaderno de tonos de maitines de Sor María Clara del Santísimo Sacramento” que fue publicado por Wayne Leupold Editions en colaboración con el IOHIO en 2005.* Se trata de una colección de piezas cortas o versos para órgano que fue compilada, más no compuesta, por una monja oaxaqueña en la primera mitad del siglo XIX.

Estamos casi seguros que muchas de estas piezas para órgano fueron compuestas en Oaxaca por músicos oaxaqueños, en cuyo caso serían las únicas documentadas hasta la fecha como obras escritas por compositores mexicanos de esa época. Estas piezas, ligeras y alegres, tienen un carácter clásico y son muy accesibles al oyente. Es muy probable que fueran escritas con fines didácticos, ya que, por lo regular, la música litúrgica para órgano era interpretada de memoria o improvisada, razón por la cual existen muy pocas partituras.  Sabemos además, que la enseñanza de la música a los jóvenes era una de las múltiples responsabilidades del organista titular.

Posterior a la publicación del manuscrito, Ricardo Rodys ha encontrado referencias genealógicas que demuestran que Sor María Clara (o Clara Martínez Ramírez) formaba parte de una dinastía de organistas y organeros oaxaqueños cuyos orígenes se remontan al siglo XVIII. Lo que en un principio comenzó como una investigación rutinaria, al poco tiempo se convirtió en un emocionante trabajo detectivesco., ya que una referencia conducía a otra.

Avanzando con la investigación, Rodys pudo descubrir que el abuelo de Clara, Juan Martínez, había sido organista en la Catedral de Oaxaca de 1786 a 1795 y que su hermano, Mariano (el tío abuelo de Clara), había sido violinista y segundo organista en la Catedral unos años antes. Antes de ocupar su puesto en la ciudad de Oaxaca, Juan Martínez fue organista en Tlacolula y algunas comunidades circundantes como Ocotepec y Teitipac (en donde todavía se preservan las cajas de los órganos). Es muy probable que además hubiera tocado el órgano del pueblo vecino de Tlacochahuaya.

El tío de Clara también fue organista de la Catedral; sus primos hermanos fueron organeros y su tía fungió como organista en el convento de las Concepcionistas, cargo que más adelante ocupó la misma Clara (para leer el artículo completo sobre Sor María Clara en el Boletín No. 4 del IOHIO, haga clic aquí).

 

Aunque la mayor parte de la información fue descubierta en el AHAAO, el documento donde se cita la profesión del tío de Clara (“organista”) y de sus cuatro hijos (“organeros”) apareció en el Archivo Municipal de Oaxaca, mientras que las referencias a los órganos construidos por su tío José Domingo Martínez se encontraron en el Archivo de Notarías.

Para honrar la memoria de Sor María Clara y sus familiares, el IOHIO siempre incluye piezas de su cuaderno en los programas de sus conciertos así como en el repertorio de los alumnos. Adicionalmente, se invita a los organistas que acuden a tocar en nuestros festivales a que las incluyan en sus programas.

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