iohio

UNDÉCIMO FESTIVAL INTERNACIONAL
DE ÓRGANO Y MÚSICA ANTIGUA
OAXACA, MÉXICO

RESTAURACIÓN DEL ÓRGANO

DE SAN MATÍAS JALATLACO

DEL 18 AL 24 DE FEBRERO, 2016



Cada uno de los festivales del IOHIO supera a los anteriores, y sin ninguna duda, este ha sido el más exitoso. En esta ocasión contamos con la presencia de alrededor de cien personas provenientes de siete países y seis estados de la República Mexicana, ya sea participando en alguno o en todos los eventos programados. De todos ellos, alrededor de una tercera parte ya había asistido en ediciones anteriores confirmando su gusto por celebrar nuevamente con nosotros esta gran fiesta musical.

En el transcurso de cinco días se presentaron ocho conciertos en siete órganos restaurados, contando con la presencia de veinte músicos oaxaqueños, mexicanos y extranjeros. Se otorgaron becas para asistir al Festival a seis estudiantes mexicanos de órgano; nuestros nueve organistas y estudiantes locales, tres de los cuales participaron en conciertos colectivos, estuvieron encantados de ser sus guías. Sobre todo, logramos que cientos de personas asistieran a los conciertos para escuchar el sonido de los órganos oaxaqueños en todo su esplendor.

En unos cuantos días, logramos cumplir todos los objetivos propuestos por el IOHIO:

Promoción de los órganos restaurados a través de los conciertos del Festival;
Conservación de los órganos no restaurados a través de visitas a los órganos en los Valles Centrales Zapotecos y la Mixteca Alta;
Capacitación musical y técnica a través de la participación de organistas locales en los conciertos del festival y de un oaxaqueño en la restauración del órgano de Jalatlaco
Investigación en los archivos locales a través de una exposición de documentos
Restauración de órganos a través del proyecto en proceso de San Matías Jalatlaco.

 

Febrero 20 (jueves)

El Festival inició con la Inauguración Oficial y la recepción en el Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI). La Mtra. Cecilia Winter, directora del IOHIO, habló sobre las actividades y las metas del festival. Luego la Dra. María Isabel Grañen Porrúa, presidenta de la Fundación Alfredo Harp Helú Oaxaca (FAHHO), y el padre Salvador Cruz Sánchez de Tlacolula ofrecieron felicitaciones de parte de sus respectivas instituciones.

 

Cecilia agradeció especialmente a Don Alfredo Harp Helú por el gran apoyo brindado para la restauración de siete órganos oaxaqueños a lo largo de 20 años así como la restauración de los dos órganos monumentales de la Catedral de la ciudad de México. No tenemos noticia de un caso similar en el mundo en donde un filantropo como lo es Don Alfredo haya demostrado un interés tan particular en los órganos históricos, y cabe enfatizar que todas las actividades que el IOHIO ha realizado desde el año 2000, incluyendo la inauguración del presente Festival, no hubieran sido posibles sin su entusiasta apoyo.

 

Después de la recepción de bienvenida, todos los asistentes se dirigieron a la Catedral de Oaxaca para escuchar el Primer Concierto del Festival ofrecido por los reconocidos músicos el organista Liuwe Tamminga (Países Bajos) y el cornetista Bruce Dickey (EEUU). (programa) Ambos radican en Boloña, Italia, y fueron invitados a participar en el Festival por recomendación de nuestro amigo mutuo, el maestro Luigi Ferdinando Tagliavini. Una larga cola se formó en el atrio para comprar los boletos (esto fue el único concierto con una cuota de entrada) logrando una asistencia que superó las 350 personas. Fue emocionante escuchar el sonido del corneto, un instrumento del Renacimiento que había caído en desuso hasta décadas recientes cuando volvió a interesar a los expertos y los melómanos, en gran parte debido a la promoción por el maestro Bruce. Su fascinante sonido se enredó con el sonido del órgano, pareciendo en ocasiones un solo instrumento; y los solos de Liuwe eran brillantes.

 

Este concierto y todos los sucesivos se proyectaron en una pantalla colocada en la parte frontal de la iglesia para que el público pudiera ver a los artistas y sus ayudantes y así apreciar y entender como interactuaban con el órgano. Este órgano monumental de 8´ fue construido en 1712 y restaurado en 1997. Conserva la tallada ricamente dorada original de la caja superior, sin embargo la caja inferior se ha reconstruido varias veces y no hay evidencia de su aspecto original. Pero se puede suponer que alguna vez fue uno de los órganos más impresionantes de Oaxaca, según puede leerse en el contrato para su construcción.

 

Febrero 19 (viernes)
El segundo día del Festival inició con una presentación bilingüe a cargo de Cecilia Winter en la Biblioteca Francisco de Burgoa del Centro Cultural Santo Domingo con el tema “Los órganos históricos de Oaxaca y el trabajo del IOHIO”. Esta plática se realiza en cada festival y en cada emisión se nutre de nuevas imágenes y contenido, con lo cual se muestran los avances de los diversos proyectos del IOHIO: la protección, conservación, restauración, publicaciones, grabaciones, conciertos y descubrimientos relacionados con los órganos.


Nuestros festivales siempre se han enriquecido con la exposición de documentos provenientes de archivos locales. Este año el tema de la exposición se tituló: “Pedro Nibra y la organería oaxaqueña a mediados del siglo XIX” para celebrar la restauración en proceso del órgano en San Matías Jalatlaco. La Dra. María Isabel Grañen Porrúa, directora de la Biblioteca Burgoa, es una apasionada de la conservación de documentos antiguos por lo cual creó el proyecto ADABI (Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México) dedicado a la restaración, organización y catalogación de archivos y documentos. Después de inaugurar el evento, el curador de la exposición Ricardo Rodys dio una amplia explicación de los documentos expuestos entre los que se cuentan notas de pago al Mtro. Nibra y registros de intervenciones posteriores en el órgano de Jalatlaco, además de contratos de los siglos XVIII y XIX para la construcción de otros órganos oaxaqueños.

  

Posteriormente nos dirigimos a San Matías Jalatlaco, que se encuentra en la orilla del centro histórico de la ciudad de Oaxaca. La visita a este órgano siempre se había incluido en los festivales anteriores, plantenado la posibiliad de su restauración, lo que ahora es una realidad. Este órgano de 8´ de elegantes proporciones fue construido en 1866 por el organero oaxaqueño Pedro Nibra y luego modificado y pintado de color azul en 1880. Primeramente, asistimos a una presentación hecha por los restauradores Eric González y Alberto Compiani quienes explicaron y mostraron los procesos que se siguieron para la restauración de la caja, que constituye la primera fase del proyecto. Posteriormente el grupo se dividió en dos partes que alternativamente visitaron el coro para ver de cerca la caja recién restaurada y el taller en donde se resguardan el secreto, el teclado y los tubos del instrumento. Jalatlaco restauracion

 

 

 

Mas adelante, nos dirigimos a San Andrés Huayapam situado en las afueras de la ciudad de Oaxaca, en donde fuimos recibidos con la sabrosa bebida de origen prehispánico llamada tejate, néctar característico de esta comunidad. Tradicionalmente servido en medias jícaras pintadas, esta deliciosa bebida espumosa está hecha con cacao molido, maza de maíz, la semilla del mamey y la flor del árbol rosita de cacao que crece en la región de Huayapam.

 

 

Esta hermosa iglesia tiene un exquisito retablo, cuyo fino tallado es conocido como "encaje dorado". También es famosa la colección de exvotos antiguos pintados en pequeñas placas de estaño, que por lo general representan peticiones a la Virgen María. Tanto en esta visita como en las siguientes, contamos con los comentarios acerca de los objetos artísticos de los templos por parte del restaurador Alberto Compiani.

 

 

El órgano de 4´ (1772), bastante grande para un órgano de mesa, está casi intacto y cuenta con su teclado original y todos sus tubos. Es de un estilo que llamamos “órgano de campo” por su tallado rústico. Alguna vez estuvo pintado de color rojo brillante y repintado de color marrón en el siglo XX.

 

 

 

En el atrio de la iglesia de Huayapam, saboreamos la primera de muchas comidas típicas, que en esta ocasión consistió de mole amarillo.

 

 

 

 

 

Durante el tiempo libre que se dió entre la comida en Huayapam y el concierto vespertino, los organistas participantes tuvieron la oportunidad de tocar el órgano de la Catedral de Oaxaca. La organización y coordinación del uso de los instrumentos estuvo a cargo de Joel Vásquez, el coordinador de actividades musicales del IOHIO y el enlace con las iglesias.

 

 

 

La organista Cecilia Winter y el percusionista Valentín Hernández presentaron el Segundo Concierto del Festival de música regional oaxaqueña. (programa) Originalmente programado en la Basílica de la Soledad, que hubiera añadido un órgano más a la lista de instrumentos interpretados en el Festival, el concierto fue cancelado días antes del evento, lo que nos generó momentos de pánico. Pero afortunadamente pudo ser reprogramado en la Catedral. Este caso fue típico de los “inesperados” con las que nos enfrentamos cada año, que a pesar de todas nuestras previsiones, a veces se nos salen de las manos. El templo volvió a llenarse y el público cantó con emoción las canciones regionales tan conocidas y queridas por los oaxaqueños.

          

Febrero 20 (sábado)

La excursión de todo el día a la Mixteca Alta inició con el Tercer Concierto del Festival en Santa María de la Natividad Tamazulapan presentado por los organistas oaxaqueños Tonatiuh González y Jesús González y tres estudiantes de doctorado del Profesor Robert Bates (Houston): Jeffrey Cooper, Michael Ging y Christopher Holman.

 

Este fue el primero de los tres conciertos colectivos, una actividad que inicio como un experimento hace algunos festivales y que probó ser uno de nuestras más exitosas innovaciones. Permite a organistas foráneos poder tocar los órganos, resultando un programa variado e interesante. El órgano de mesa de 2´, exquisitamente decorado con imágenes de santos y ángeles músicos, data de aproximadamente 1720 a 1730 y está ubicado en un balcón lateral alto con vista a la inmensa nave de la iglesia. La caja y los fuelles son originales, pero los tubos, el teclado y los componentes interiores fueron reconstruidos en 1996. Al terminar el recital, pudimos admirar el retablo mayor de este templo, considerado uno de los más espléndidos de Oaxaca, por resguardar obras del famoso pintor español Andrés de la Concha.

 

 

 

El segundo órgano de esta iglesia se encuentra en otro balcón frente al del órgano pequeño. Fue construido en Oaxaca en 1840 por un miembro de la reconocida familia de organeros Martínez Bonavides. Se trata de un magnífico instrumento que está casi intacto, excepto que sólo conserva los cinco tubos más grandes de la fachada. El templo de Tamazulapan es uno de los tres casos en Oaxaca que conservan dos órganos, y es el único en donde dos instrumentos totalmente diferentes pueden verse al mismo tiempo.

 

 

 

Después de nuestra estancia en Tamazulapan y antes de llegar a Yanhuitlán, dos de los grandes centros Dominicos, nos detuvimos en el templo de Santiago Teotongo, de dimensiones más modestas pero igualmente rico en arte barroco del siglo XVIII. Conserva aún la magnífica caja de un órgano de 8´, ahora vacía pero de una gran calidad artística. Sobre cada una de sus torres se asentaron las esculturas de unos ángeles cantantes cuyas bocas en forma de O dejaban salir el sonido a través de un tubo que pasó por su cuerpo. El órgano fue desmantelado durante la Revolución Mexicana perdiéndose los tubos, el teclado y otros componentes de su mecanismo. No conocemos la fecha de construcción pero tiene un gran parecido con el órgano de San Mateo Yucucuí (1743).

 

 

 

 

El Cuarto Concierto del Festival tuvo lugar en Santo Domingo Yanhuitlán, convento construido en el siglo XVI por los frailes dominicos en la Mixteca Alta. Por su elevada bóveda de piedra sostenida por contrafuertes y sus magníficos retablos, se lo considera como uno de los complejos artísticos más relevantes del arte colonial mexicano.

 

 

 

 

El organista Víctor Contreras y el trompetista Juan Luis González, ambos originarios del Estado de México, encantaron al público con un programa majestuoso que repercutió en todo el inmenso atrio. Ubicado en un balcón lateral decorado, el órgano de 8´ fue construido ca. 1690 a 1700 y restaurado en Francia en 1998. Su caja está ricamente policromada con imágenes fantásticas y símbolos dominicos, así como mascarones de aspecto feroz pintados en los tubos de la fachada.

 

Continuamos nuestro recorrido hacia San Andrés Zautla, en donde fuimos recibidos en el atrio del templo por la banda de niños del pueblo, acompañada de cohetes, mezcal, monos de la calenda, vistosos lazos de flores de bugambilia y un baile organizado por las señoras mayores, las “tías”, vestidas con sus faldas y blusas tradicionales. Posteriormente la música de banda nos condujo al patio trasero del templo donde comimos un riquísimo estofado de pollo.

 

Después de la comida, acudimos a la bella iglesia barroca de Zautla en donde muchas personas de la comunidad esperaban para escuchar el Quinto Concierto del Festival. En este segundo concierto colectivo, los organistas Margarita Ricárdez (Oaxaca), Víctor Contreras y Víctor Manuel Morales (Edo. de México) así como Robert Bates (EEUU) presentaron piezas maravillosamente contrastantes que dieron un toque muy placentero a la culminación de un día bastante agitado. (programa)

 

 

Alberto Revilla (México/Oaxaca) ofreció un concierto de música renacentista para tiorba y guitarra flamenca alternando con el órgano, que dejó gratamente sorprendida a la audiencia por su gran habilidad artística. La caja de este órgano de mesa de 4´ (1726) está exquisitamente dorada y pintada con imágenes de santos y arcángeles.

 

 

Al igual que el órgano en Tamazulapan, los fuelles son accionados a mano y los tiradores de los registros salen por ambos lados del órgano, así que un concierto implica mucho trabajo en equipo. Gracias al apoyo de Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), se abrió un acceso directo a la carretera para facilitar el regreso a Oaxaca.

 

 

 

Febrero 21 (domingo)

El organista norteamericano Craig Cramer presentó el Sexto Concierto del Festival en el órgano del templo de San Jerónimo Tlacochahuaya. (programa) El instrumento fue previamente afinado y acondicionado por los organeros Joaquin Lois y Hal Gober que lograron hacerlo sonar mejor que nunca. La interpretación de Craig logró emocionar a la audiencia con su toque profundo y cálido.

 

 

 

 

Esta iglesia es una de las más bellas de México, con su exuberante decoración floral interior y preciosos retablos barrocos, todos recientemente restaurados. El órgano de 4´ fue construido en Oaxaca antes de 1735 y restaurado en 1991. La decoración de la caja y de los tubos de la fachada es exquisita, armonizando perfectamente con la arquitectura de la iglesia, tanto visual como acústicamente.

 

 

 

Más tarde saboreamos una gran variedad de especialidades oaxaqueñas en el Restaurante "Donají" en Mitla antes de proceder al pueblo vecino de Santiago Matatlán.

 

 

 

Siempre tratamos de incluir un “nuevo” órgano en nuestros recorridos y ahora tocó el turno al de Matatlán, un curioso instrumento fijo de 4´ cuyo secreto se encuentra debajo del teclado como ocurre en un órgano de mesa. Los tiradores se encuentran en la fachada en lugar de los costados, además posee una caja desproporcionadamente alta con cinco torres, ahora vacías, que sin embargo están accionadas por un mecanismo simple. El templo del siglo XVIII alberga hermosos retablos barrocos y su interior está decorado con motivos decorativos de color azul aplicados con esténcil en el siglo XIX, como ocurre en diversos templos de la región.

 

 

 

Nuestros amigos de “Chocolate Mayordomo” nos recibieron en Santa María de la Asunción Tlacolula con pan y chocolate. Aquellos que quisieron tomar un descanso de los órganos pudieron visitar uno de los más famosos mercados indígenas de Oaxaca y admirar los trajes de las mujeres y los puestos pletóricos de productos locales.

 

  

 

 

      

 

 

 

 

 

 

Tuvimos el privilegio de volver a escuchar la poco común combinación del sonido producido por el corneto y el órgano en el Séptimo Concierto del Festival en manos de Liuwe Tamminga y Bruce Dickey. (programa) En esta ocasión el corneto acompañó a un órgano cuyo carácter sonoro es más suave y vocal que el sonido más extrovertido del instrumento que escuchamos en la Catedral.

 

 

Este órgano de 8´ fue construido en 1792 por Manuel Neri y Carmona, restaurado por el Taller Gerhard Grenzing e inaugurado en el Décimo Festival del IOHIO en 2014. La caja y los tubos de la fachada fueron restaurados por el oaxaqueño Eric González y son los más elaboradamente pintados de todo México. Después del concierto, los interesados pudieron subir al coro para tocar el órgano antes de la misa y de nuestra salida para Oaxaca.

 


 

Febrero 22 (lunes)

Nuestra segunda excusión a la Mixteca Alta se dirigió hacia Tlaxiaco a tres horas de distancia de la ciudad de Oaxaca, haciendo paradas intermedias a lo largo del camino para visitar algunos órganos. Hicimos nuestra primera parada en el sencillo templo de piedra de Santa María Tinú que alberga un órgano desproporcionadamente grande.

 

 

Tanto su fecha de construcción, 1828, y el nombre del organero están escritos en el interior de la caja…¡por suerte! Es posible que el órgano fuera encargado originalmente para un templo de mayores dimensiones y luego vendido a Tinú o simplemente la comunidad quiso un instrumento grande. Completamente intacto y tocado por última vez hace apenas una generación, este órgano todavía gruñe y resuella cuando se alza alguno de los fuelles situados arriba en el coro. Algunos órganos provocan sentimientos de afecto y éste es definitivamente uno de ellos. Desafortunadamente, en el pueblo solo viven 136 personas por lo que una restauración resultaría poco práctica. Cabe señalar que las leyes de protección del patrimonio cultural de México prohiben trasladar los objetos de arte fuera de sus templos de origen.

Ya han pasado varios festivales en donde no se había incluido una visita al órgano de San Andrés Sinaxtla, motivo de particular interés para los participantes regulares que querían conocerlo. El diseño de la caja de este instrumento es neoclásico y está ricamente tallada, pero no pintada. De particular interés es la inscripción en la fachada del órgano con el nombre del donante, la fecha de construcción, 1791, y el costo, pero omitiendo el nombre del organero, lo que desafortunadamente ocurre frecuentemente. Resulta un caso contrastante con el órgano de Tlacolula construido en el mismo año en el estilo barroco considerando que el final del siglo XVIII es el momento de transición entre el estilo barroco y el neoclásico.

Más adelante en el camino desde Sinaxtla, situado en una colina que mira al Valle de Yanhuitlán, se encuentra el templo de San Mateo Yucucuí (130 habitantes). Este órgano construido en 1743 es el menos alterado del todos los órganos oaxaqueños de 8´ del siglo XVIII; se tocó hasta cerca de 1930 y se comenta que su sonido se escuchaba a kilómetros de distancia. El órgano nunca fue pintado o dorado como su contraparte en Teotongo, probablemente no por preferencia en esa opulenta época barroca, sino debido a su costo. Sin embargo, está ricamente tallado y en estado casi original, lo que lleva a soñar que el mecanismo y los tubos de este órgano pudieran colocarse en la maravillosa caja del órgano de Teotongo para crear un magnífico órgano! El piso del balcón en donde se asienta el órgano se encuentra muy deteriorado y el acceso a la fachada es peligroso, lo que ha restringido nuestros esfuerzos para limpiar y documentar este instrumento.

 

 

 

Hicimos nuestra siguiente parada en el complejo arquitectónico dominico de San Pedro y San Pablo Teposcolula, que incluye la famosa capilla abierta y el antiguo convento del siglo XVI y la iglesia del siglo XVIII. El órgano de 8´ (ca. 1730-1740) tiene un perfil similar al de Yanhuitlán. Su acabado original era natural y luego se pintó de blanco con detalles en color verde. Ahora nos referimos a este instrumento como el órgano Rey Midas, porque en 2010 un arquitecto se tomó la libertad de dorar a gran costo todas las tallas y molduras a pesar de que sólo había sido mínimamente dorado y de hecho la manufactura del órgano no es de la más alta calidad. Así, además de la suciedad acumulada por negligencia, la intrusión de animales y las consecuencias de desastres naturales o trabajos de construcción, debemos estar atentos a las decisiones caprichosas de algunos "expertos".

    

 

 

Después de comer en Teposcolula, remontamos la zona montañosa de pinos y robles rumbo a Santa María Tlaxiaco para escuchar el Octavo Concierto del Festival. William Autry, David Furniss, Marilou Kratzenstein, Craig Cramer, y Liuwe Tamminga ofrecieron un divertido y ecléctico programa que incluyó piezas americanas y francesas además del repertorio español e italiano más conocido.

 

 

 

Este órgano monumental de 8´ data de ca. 1800 y es el más “jóven” de los instrumentos oaxaqueños restaurados. Posee un amplio rango de sonoridades que resuena en toda la iglesia. Tanto los retablos como el órgano se armonizan en el estilo neo-clásico y están pintados de blanco, oro y rojo, creando una coherencia visual agradable, aunque sabemos que existió un órgano anterior y retablos barrocos del siglo XVII. El templo, uno de los más antiguos de Oaxaca, tiene un aspecto austero e imponente y fue la sede dominicana para esta área estratégica de la Mixteca Alta en el siglo XVI. Dormimos en el Hotel del Portal que se encuentra frente a la plaza principal.

 

 

 

Febrero 23 (martes)

Después del desayuno buffet, los participantes se dividieron en dos grupos. Muchos de ellos,  incluyendo a la mayoría de los estudiantes decicieron aprovechar el momento para tocar el órgano de Tlaxiaco y se divirtieron mucho ensayando sus piezas, ayudándose con los registros y conviviendo con sus nuevos amigos.

 

 

                     

El resto de los participantes optaron por un recorrido guiado por el Dr. Marcus Winter del INAH al sitio arqueológico mixteco (de la época pre-clásica tardía a la clásica, ca. 400 aC a 800 dC) de San Martín Huamelulpan.

 

 

 

 

Más tarde, los dos grupos se reunieron en la comunidad cercana de San Pedro Mártir Yucuxaco. El órgano (1740) está casi completo y en excelentes condiciones y sólo faltan sus fuelles. Este es el menos alterado de los organos de mesa oaxaqueños de 4´ de la misma manera que el órgano fijo de Yucucui representa los órganos más intactos de 8´. Es muy similar al órgano de Zautla excepto que no está policromado. Las celosías de la torre central incluyen dos rostros de perfil y el teclado es exquisito.

 

 

        

Nuestro recorrido mixteco continuó con una visita al templo y al órgano de Santiago Tejupan. La caja de este bonito instrumento policromado (1776) es la última en Oaxaca que muestra imágenes religiosas. En una de las caras laterales se puede observar los retratos del donante y su esposa cuando son bendecidos por su santo patrón, mientras que en la otra cara se representa a Santiago montando a caballo, ambas imágenes muy oscurecidas por la suciedad acumulada. Otro detalle relevante son las inscripciones pintadas dentro de dos medallones que se encuentran en la fachada en donde se menciona el nombre del donante, el costo del órgano y su fecha de construcción, pero sin mencionar el nombre del constructor, como sucede en Sinaxtla. Este templo constituye en sí mismo un museo de arte religioso por la belleza de sus retablos que habla de la riqueza cultural de esta área de la Mixteca Alta

La última visita del Festival se hizo a Santa María Tiltepec que para algunos constituye la experiencia visual culminante de los viajes de campo. Localizado en el área de influencia dominica de Yanhuitlán, es un templo construido en el siglo XVI sobre un templo prehispánico. La iglesia es muy apreciada por los historiadores del arte por su fachada ricamente tallada en piedra con sus dos mitades asimétricas y sus arcos interiores labrados. El órgano no restaurado de 4´ se ubica en un balcón lateral. Es uno de los más antiguos de Oaxaca (1703) y siempre despierta admiración cuando se le ve por primera vez. Desgraciadamente nada se sabe de su historia que permita explicar su idiosincrasia y estilo decorativo, y solo porque tiene caderas es que se descarta el hecho de haber sido importado de alguna otra región.

 

 

Más tarde descendimos y cruzamos el río para llegar a la casa de la familia Cruz Martínez para disfrutar de la comida de clausura. Degustamos de barbacoa de borrego, preparada al estilo oaxaqueño cocida en la tierra sobre las rocas calientes y cubierta con hojas de maguey. El mezcal de San Bartolo Yautepec fluyó libremente y todos tuvieron una última oportunidad para convivir con los viejos y nuevos amigos antes de regresar a Oaxaca.

 

 

 

Febrero 24 (miércoles)

Pero el Festival no terminó después del último evento en Tiltepec. Este día alrededor de 40 personas participaron en el recorrido al sitio arqueológico de Monte Albán, guiado por el Dr. Marcus Winter del INAH.

       

Conclusión
En medio de un ambiente de camaradería y de alegría, enriquecido por nuevas amistades, colaboraciones profesionales y hasta la aparición de un romance (!), al final el grupo del Festival este año llegó a sentirse como una familia. Muchos participantes han mencionado que nuestro Festival les ha cambiado la vida y sabemos a lo que se refieren. Los órganos han abierto oportunidades nunca imaginadas para nosotros del IOHIO también que nos han permitido conocer nuevos lugares, nuevas personas y nuevas ideas. Nunca olvidaremos la sensación que nos provocó escuchar el primer acorde emitido por un órgano restaurado o la experiencia de haber trepado por una torcida escalera de piedra para ver un órgano de frente por primera vez. Estos grandes y pesados instrumentos están fuertemente vinculados con sus iglesias donde fueron y siguen siendo elementos muy importantes para la vida musical y cultural de sus comunidades. Cada órgano tiene una historia que contar y tratamos de escucharla atentamente, porque son estas historias las que ayudan a configurar nuestros festivales y a darles ese carácter único.




El IOHIO agradece el apoyo de las siguientes instituciones:
Secretaria de Cultura INAH
Arquidiócesis de Antequera Oaxaca
Biblioteca Francisco de Burgoa
Museo de Filatelia de Oaxaca (MUFI)
Caminos y Puentes Federales (CAPUFE)


Además, agradece mucho el apoyo de las siguientes empresas oaxaqueñas:
Hostal de la Noría
Hotel Parador San Agustín
Hotel de la Parra
Hotel Gala
Color Digital
Chocolate Mayordomo